Hace unos años, las compañías que alcanzaban cierto éxito eran capaces de mantenerse en la cima haciendo un buen trabajo basado bien en el producto o el servicio que les había llevado al éxito, o bien, en la marca o en el cliente. Actualmente esto no es suficiente. Ahora, además de hacer un excelente trabajo, hay que hacerlo mejor que la competencia y apostar por la tecnología como estrategia competitiva es una de las opciones más certeras.
Existen unos cuantos métodos para intentar diferenciarse de la competencia pero, sin lugar a dudas, hoy por hoy la apuesta por la tecnología es un “must” que debería estar sí o sí en cualquier plan estratégico.
Si realmente quieres obtener una ventaja competitiva respecto al resto de empresas de tu sector, la tecnología es crítica. Tus competidores lo están haciendo, o se lo están planteando, o quizás ya lo han hecho. Es tu turno.
En este post he intentado sintetizar en una lista de puntos las principales razones por las que deberías utilizar la tecnología como driver facilitador para diferenciarte de tu competencia. Como en todos los post previos, la visión siempre será desde un punto de vista de las tecnologías de la información.
1.Ser más veloz y ágil ante el cambio
Si hablamos de gestión, la principal diferencia que se palpa en el ambiente empresarial respecto a hace unos años es que existe una conciencia, más o menos difundida, de que lo ágil y veloz debe sustituir a lo pesado y lento. Y el principal motivo no es otro que la incertidumbre.
Las empresas se están dando cuenta de que nadie está seguro, de que nadie puede contar con su minimundo o con su suerte de monopolio. Casos como los de Nokia, Polaroid, Blackberry… han sido suficientemente sonados como para que ninguna compañía se sienta del todo segura en su sector. Esta incertidumbre provoca que los planes estratégicos de las compañías cada vez contengan más conceptos como “cambio”, “experimento”, “piloto”, “estudio”, “prueba”… En definitiva, innovación. Esta innovación, además de cambios culturales y organizativos, va a exigir tecnología en la práctica totalidad de los casos.
La tecnología adecuada permite “escuchar” el mercado y adaptarse a él rápidamente. Ten en cuenta que compartes mercado con tu competencia. Quien más y mejor detecte el cambio y se adapte a él, tendrá la ventaja de llegar el primero.
2. Llegar a más mercados con nuevos productos
Internet nos permite, casi con la misma facilidad, darnos a conocer y vender nuestros productos en todo el mundo. Desde luego, esta es una valiosa opción que nos brinda la tecnología actual, pero ten en cuenta que muy probablemente tu competencia, incluso tú, ya tenéis canales de venta online en varios países. Podemos decir que la venta online es una herramienta que debes contemplar, que es necesaria, pero probablemente y dependiendo de tu sector, no sea suficiente.
La tecnología aquí puede ayudarte mucho más, y me refiero a que tus productos o servicios no tienen porqué ser los mismos en todas las partes del mundo porque los gustos y hábitos cambian de un lugar a otro. Que la tecnología permita obtener información de tus negocios en distintas partes del mundo, de manera simultánea e instantánea, y desde un punto de vista tanto de producto, como de cliente, proporcionará esos insights necesarios para orientar y/o cambiar tus productos/servicios a nuevos mercados no explorados hasta ahora.
(Imagen: Baynote)
Veamos un ejemplo: una firma de joyería personalizada distribuye sus artículos a través de una tienda online por todo el mundo. Cuando un usuario llega a la página, realiza una serie de búsquedas y acciones sobre la web hasta que encuentra (o no) el artículo que desea. La información que nos puede proporcionar este proceso es valiosísima, puesto que podríamos detectar que, por ejemplo, en Rusia se está poniendo de “moda” la joyería con oro blanco y diamantes. Con este dato podríamos crear nuevos productos y publicitarlos de manera especial al público ruso. Si hemos implementado los mecanismos correctos, es posible que este proceso de detección y nueva línea de producto pueda haberse llevado a cabo en cuestión de días.
Una vez más, ser ágil y ser rápido supone incrementar nuestra capacidad de negocio. Al fin y al cabo, la tecnología digital nos permite hacer más con menos (optimizar nuestro negocio) y equivocarnos menos.
3. Tener mayor conocimiento de tu negocio
La información es poder, pero la información adecuada y obtenida en el mínimo tiempo posible. La información o datos “per se” no es el objetivo. El objetivo a perseguir es el conocimiento o insights que dicha información me está dando acerca de mi negocio. En los últimos tiempos ha aparecido un nuevo término relacionado con el conocimiento: se trata de las empresas que siguen un modelo “Data-driven”. Este modelo persigue utilizar la tecnología para obtener la suficiente información del negocio como para extraer los insights que permitan adaptarse y optimizar la cantidad de negocio generada.
4. Tomar decisiones en tiempo real
El mundo se mueve a una velocidad increíble. Una noticia ocurrida en China puede ser seguida en tiempo real y convertirse en trending topic en pocos minutos en España. Estos días se ha conocido el caso de United, la aerolínea que tras una pésima gestión de la comunicación de la compañía convertía un caso grave de trato a un pasajero en una pérdida de mil millones de dólares en cuestión de horas. Además del deplorable incidente y la posterior pésima gestión del asunto, la viralidad que alcanzaron una serie de vídeos que recogieron el momento convirtieron el asunto en “vox populi” mundial en cuestión de minutos.
Si la dirección de United hubiese tenido (y utilizado) herramientas de monitoreo que lanzan “alertas” en cuanto se produce la crisis; y si además hubieran predecido las posibles consecuencias, el CEO de la compañía habría atajado el asunto en el momento adecuado y se habría ahorrado unos cuantos millones de dólares. Por no hablar del daño a la reputación de la aerolínea.
Si tu negocio y los datos que en él se generan y procesan están “monitorizados” con sistemas de información, estos te estarán proporcionando insights y alertas en tiempo real. Y, aunque en ocasiones pensemos que tenemos tiempo para tomar decisiones, ese tiempo puede suponer tremendas pérdidas, tanto económicas, como de oportunidad.
5. Ser más eficientes
Existen tres grandes áreas de actuación donde las empresas pueden realizar acciones de mejora para diferenciarse de su competencia: el cliente, el producto y la competencia misma. Cuando hablamos de producto o servicio, no solo podemos diferenciarnos de nuestra competencia hablando en términos de calidad y valor aportado a los clientes. En este punto también entra en juego la eficiencia: la eficiencia en costes, en tiempos o en logística que revierte en mayores beneficios.
La tecnología es capaz de proporcionarnos las herramientas necesarias para que la producción de nuestros productos – o incluso la logística de distribución – sean un arma letal frente a nuestra competencia. Pongamos el caso de Amazon: ¿sabes que ya son capaces de entregar un helado, frío, en Madrid, en tan sólo dos horas? El secreto del éxito de Amazon es su potente logística, donde no tiene competidor. Sin duda, los sistemas de información e innovación que ha desarrollado Amazon y que se encargan de mantener en un alto secreto, han sido la clave para llevarlos a la posición de dominio mundial del mercado que disfrutan a día de hoy. Y no parece que vaya a cambiar en los próximos años.
6. Fidelizar a nuestros clientes y crear nuevos
Conocer más y mejor, no sólo a quienes ya son nuestros clientes, sino también a los que tienen probabilidades de serlo, puede ser una ventaja frente a nuestros competidores. Cada vez se hace más difícil convencer a nuestros clientes de que compren nuestro producto en lugar del de la competencia. Por tanto, cuando tenemos la oportunidad de captar a un nuevo cliente, debemos desplegar todo nuestro arsenal tecnológico para que no se nos escape. Ni que decir tiene que, cuando ya hemos conseguido que una persona haya comprado nuestros productos, conseguir que vuelva a comprarlos y que nos recomiende de manera activa son los objetivos a perseguir dentro de nuestra estrategia de marketing. Y para ello, una vez más, la tecnología será nuestro gran aliado.
Cuando conozco a mi cliente, sé qué le gusta, sé cuando está más receptivo para comprar y cuando menos, sé que quizás le estoy presionando demasiado o por el contrario no le estoy dedicando suficiente atención, sé que es potencial comprador de un nuevo producto, sé que me está recomendando o que no lo hace. En definitiva, conocer a un cliente en los términos que acabamos de enumerar es completamente viable, gracias a los datos que proporciona la tecnología.
Piensa en tu marca preferida o en tu tienda online favorita. Ahora trata de hacer de detective, e investígate a ti mismo: ¿cuándo fue la última vez que entraste en su web?, ¿tienes instalada su app en tu móvil?, ¿qué sueles buscar?, ¿con qué asiduidad compras?, ¿cuánto te sueles gastar? Con un buen sistema de información que registre toda esa información y la presente de la manera adecuada a las personas adecuadas, tu experiencia de compra será cada vez mejor y, cuanto mejor sea, más dinero te gastarás y mejor hablarás de esa marca o tienda.
Las reglas del juego han cambiado: este nuevo escenario está obligando a las empresas a reinventarse continuamente y redefinir sus modelos de negocio. La velocidad a la que te adaptas al cambio y tomas decisiones puede marcar la diferencia entre ser el líder o desaparecer del juego. Yo creo que no hay otra opción, el uso de las nuevas tecnologías son y serán la diferencia entre tu empresa y tu competencia, entre el éxito y el fracaso.
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